
DANIEL ROBLES

Síntesis de trayectoria artística
Daniel Robles nació en Bahía Blanca.
Desde pequeño estudia guitarra en el Conservatorio del Maestro Aníbal Vitali.
Abandona casi terminada su carrera de Ingeniería Industrial y se traslada a París a estudiar artes plásticas. Es en esa ciudad donde comienza su vida de poeta y cantor de tangos.
Luego de unos años, regresa a la Argentina y se instala en Mar del Plata. Dirige la revista cultural “El Francomirador” y forma un dúo con el poeta y guitarrista Ricardo Arriagada.
Más tarde, con el guitarrista Marcelo Franco forman ¨Tango Clandestino”, período que queda reflejado en un disco del mismo nombre con temas propios y grandes clásicos.
Terminada esta etapa con Franco, forma el grupo “Hombres de Tango” con el que realiza extensas giras por los Estados Unidos y Latinoamérica. Presentan el exitoso espectáculo “Diario íntimo del Tango”, realizan un especial para el canal “Sólo Tango” y graban un disco en el que participaron, entre otros, Rubén Juárez y Walter Ríos.
Luego de unos años vuelve a reunirse con Marcelo Franco, bajo el nombre de “Animaloculto”, realizando un disco enteramente con sus composiciones.
Luego vendrían “Revirado” y “Daniel Robles y los gorriones del hampa”
En Buenos Aires se ha presentado en Notorious, Liberarte, Café Homero, Clásica y Moderna, Porteño y Bailarín, Torquatto Tasso, Teatro Argentino, Centro Cultural Floreal Gorini, etc…
Ha escrito canciones en colaboración con grandes músicos de la talla, entre otros, del gran pianista Emilio de la Peña.
Sus canciones han sido grabadas y forman parte del repertorio de prestigiosos intérpretes de la música rioplatense como Néstor Fabián, Armando Garrido, Rubén Cané, Carlos Varela, Jorge Morantes, Mayte Caparrós, Vivi Verri, Patricia Noval, Darío Landi, Karina Levine, Walter Canales, Walter Larroquet, Mariano Siccardi, La Conversa, Susana Abruzzese, Julián David, Marcelo Sanjurjo y Patricio Quinteros entre otros artistas. Alejandro Apo ha elegido a una de sus canciones como tema central para su espectáculo “Y el fútbol contó un cuento”. Ha participado como invitado en los discos de Acho Estol, “Mi película” y “Buenosaurios”, en “El Piano Entangado” de Marcelo Baldonedo, en “Cuerdas al aire” de Agustín Luna entre otros.
Su último trabajo discográfico, “Visitas Inesperadas”, presentado en una extensa gira por Europa, es un conjunto de sus últimas composiciones junto a algunos de los reconocidos músicos que lo han acompañado a lo largo de toda su carrera, como Marcelo Franco, Patricio Quinteros, Marcelo Baldonedo, Claudio Corradini, Acho Estol, Agustín Luna, Marcelo Sanjurjo, Pocho Teixidó, Ismael de Julia, Chicho Romairone, Osiris Aldebrán Rodríguez, Ricardo Arriagada, Aníbal Vitali, Osvaldo Villegas, Fernando Fabrizzi, Martín Sciurano, Ezequiel Valdéz, Fabián Ricardo y Fernando Iglesias Reynes.
Su nuevo proyecto musical: Daniel Robles y Los guardianes de La perla: Mariano Siccardi piano, Patricio Quinteros contrabajo-guitarra, Martín Sciurano bajo y Javier Puyol batería.
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“Ningún tema parece serle ajeno a este autor y cantante. Estas notables dotes poéticas y compositivas sumadas a su profunda, cálida voz y a su intensa capacidad interpretativa lo transforman en un personaje extraño en el actual panorama de la llamada nueva música ciudadana. En definitiva, aunque su estilo turbio y arisco como el título de una de sus canciones lo haga salirse permanentemente del género, Robles le suma tango al tango, con el respetuoso y sereno convencimiento de que, precisamente en el Tango y a pesar de sus arqueólogos y guardianes, nunca sonará la última nota ni estará dicha la última palabra”.
Enrique Lavignasse
Sobre Visitas Inesperadas (tangos contaminados)
En “El perjurio de la nieve” (Adolfo Bioy Casares, 1944) el protagonista –el visitante - llega a un lugar lo suficientemente lejano como para congelar / cristalizar el tiempo. Por lo menos eso cree el padre de la niña que, encerrada en su cuarto, víctima de una enfermedad mortal, pasa los días repitiendo cada hora, cada minuto, una misma rutina. El visitante romperá la rutina, el visitante amará entonces a la joven y hará pedazos el hechizo de esa calma entrando por la puerta entreabierta.
El temor a la contaminación como el temor a la sorpresa son propios del querer controlar y, qué vamos a hacer, el tango –nuestro tango - muestra más inspectores de higiene que verdaderos creadores.
Una pena. De ese modo se niega la maravillosa contaminación que sufriera alguna vez la cifra - infligida por la habanera - mientras se colaban por algún sitio vals y milonga y la canzonetta lo ensuciaba todo con su tristeza de puertos y su mirada de inmigrante.
No es raro que un mundo preocupado por la profilaxis y la esterilización pretenda sacar a escobazos a estos visitantes que entran por la ventana y besan a la señorita que morirá en la mañana. Feliz, aturdida, dueña de sí. Contaminada.
Los tangos de Daniel Robles, como no puede ser de otra manera, están contaminados.
Los atraviesa el viento y el polvo de Bahía Blanca, el spleen de White, el frío de Mar del Plata, el espigón, La Perla, las milongas inventadas en el subte de París y aquella insistente soledad del Pont Neuf. Y Buenos Aires claro, donde crece nuestra música como sin querer, como buscando adonde ir. Porque, desde la diversidad, ha querido curarse en salud de esa cristalización que sufren los artistas cuando son confundidos con guardianes del templo y salió a perseguir con su personal e intensa voz, su propia poesía, mordaz e irónica, dulce y melancólica, haciendo de sí mismo el mejor intérprete de lo que piensa y siente.
Lo ayudaron unos cuantos “visitados” y el resultado es este disco.
Tangos -música- contaminados.
Afortunadamente.
Ricardo Arriagada